Shirley Boyce

A Shirley le encantaba crear pinturas, pasteles, cerámica y vidrieras, pero, sobre todo, le encantaba tejer. Hizo hermosos suéteres, calcetines y gorros para sus hijos, quienes siempre se maravillaban de cómo podía ver la televisión sin mirar su tejido. Exploró muchas técnicas y diseños de tejido a lo largo de su vida, creó una empresa Boyce Designs y viajó con su esposo Wayne a exposiciones de artesanía. En Grand Junction, disfrutó de muchas amistades en la comunidad de tejedores y coordinó a otros tejedores para donar artículos tejidos a mano a Nurse-Family Partnership y al refugio Homeward Bound. Impartió clases en una tienda de lanas local, terminó los proyectos de tejido de otras personas y reparó prendas de punto.

Creció en Wisconsin y fue a la universidad en Chicago en el Hospital Michael Reese, donde obtuvo su título de enfermería. Después del entrenamiento de ingreso inicial en Alabama, se unió a la Fuerza Aérea y se desempeñó como enfermera registrada en el hospital de la Base de la Fuerza Aérea de Eglin. Se casó con Jim Walker, formó una familia y en 1961 se estableció en el Valle de San Luis, donde trabajó como enfermera. La familia vivió brevemente en Bolivia, donde se hizo amiga de toda la vida de varias Hermanas Maryknoll y trabajó como voluntaria en una clínica médica sin fines de lucro. Al regresar a Monte Vista, ella y Jim se divorciaron y ella continuó trabajando como enfermera registrada. Ella era parte de un grupo de enfermeras que iniciaron San Luis Valley Homecare. En 1983, Shirley se casó con Wayne Boyce y, después de que ella se jubiló, se mudaron a Grand Junction. Shirley permaneció activa en la medicina, trabajando como voluntaria en la Unidad de Rehabilitación Respiratoria de St Mary's y recibiendo capacitación para ser voluntaria en emergencias del condado.

En memoria de Shirley, la familia alienta una donación a HopeWest Hospice, donde recibió atención tierna y compasiva.